11 PASOS PARA EL LOGO PERFECTO By Borja Acosta.

Para quienes se dedican al diseño gráfico y la comunicación visual, convertir ideas en conceptos es cosa de todos los días, pero no por ello es algo fácil. Muchos diseñadores sin experiencia batallan a la hora de crear identidades gráficas desde cero, tanto para marcas internacionales como para eventos efímeros. Transformar propuestas en abstracciones tan simples como un logo puede ser una tarea titánica, en especial si no se tiene experiencia o si ni siquiera se es diseñador. 

Pensando en los novatos, el diseñador español Borja Acosta nos presenta su lista de 11 pasos para el logo perfecto, en la que resume técnicas usadas por los expertos en sencillas ilustraciones. Señalando de manera concisa cada punto, esta guía puede ser obvia para los diseñadores pero inmensamente útil para alguien que jamás ha pasado por una escuela de diseño y que, tal vez por falta de presupuesto, no puede contratar a un profesional. Échenle un vistazo y díganos si están de acuerdo con lo que dice. ¿Qué le agregarían o le quitarían?

http://thecitylovesyou.com/urban/11-pasos-para-el-logo-perfecto/

PD: LAS NORMAS SON PARA LOS NORMALES. HAZLO COMO CREAS. 

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Creatividad contra conformismo por Victor Papanek

«Hay profesiones que son más dañinas que el diseño industrial, pero muy pocas. Y posiblemente sólo haya una profesión que sea más insincera. El diseño publicitario, dedicado a convencer a la gente para que compre cosas que no necesita con dinero que no tiene para impresionar a personas a quienes no les importa, es quizá la especialidad más falsa que existe hoy día. El diseño industrial, al confeccionar las cursis estupideces pregonadas por los publicistas, logra un merecido segundo puesto. Por primera vez en la historia han aparecido hombres mayores quienes, muy serios, se han puesto a diseñar cepillos de dientes eléctricos, ficheros recubiertos de piedra del Rin, alfombrado de armiño para cuartos de baño, y a continuación se ha dedicado a tramar complicadas estrategias para fabricar y vender estos artilugios a millones de personas. Antes, en “aquellos tiempos”, si a una persona le daba por matar a la gente, tenía que llegar a ser general, comprarse una mina de carbón, o bien estudiar física nuclear. Hoy el diseño industrial ha permitido la producción en cadena del asesinato. Al diseñar automóviles criminalmente inseguros que todos los años matan o mutilan cerca de un millón de personas en todo el mundo, al crear especies totalmente nuevas de basura indestructible que llena desordenadamente el paisaje, al seleccionar materiales y procedimientos de fabricación que contaminan el aire que respiramos, los diseñadores han pasado a convertirse en una especie peligrosa. Y a los jóvenes se les enseña cuidadosamente la competencia requerida en estas actividades.»



http://www.monografica.org/02/Art%C3%ADculo/9749